Cabracho con arroz, almejas y azafrán

Elaboración

• Limpia el cabracho y retira los lomos. Procura que no queden espinas, ¡ya sabes lo molestas que son!. Reserva los lomos y hierve las espinas con el agua justa (un dedo por encima de las espinas) durante 15 minutos. Cuela y reserva.

  

  A continuación, sofríe 2 dientes de ajo picados, dora los lomos, añade el vino blanco, deja que se evapore el alcohol y vierte el caldo del cabracho. Antes de que hierva retira los lomos y los reservas, después añade las almejas y tápalas para que se abran. Retíralas del caldo, sepáralas de la concha y reserva la carne.

  

  Ahora cuela el caldo y mídelo, termina de completar hasta 500 ml con el caldo de pescado y añade 350 ml de agua. Tras esto, resérvalo. Si lo prefieres, puedes recurrir a nuestro caldo de marisco y pescado.

  Para el arroz, sofríe las cebolletas picadas con un poco de aceite de oliva. Incorpora el pimiento cortado en dados y los dos dientes de ajo restantes picados.

  

  Añade el azafrán, el laurel y el cardamomo machacado. Sofríe todo el conjunto, agrega el arroz y rehógalo. Seguidamente le añades los 850 ml de ese exquisito caldo de pescado que tienes reservado.

  

  Lo dejas hervir durante 20 minutos y en el último minuto le añades las almejas y rectificas de sal. Luego, sirve el arroz de almejas y azafrán en los platos. Y, para finalizar, coloca encima los filetes de cabracho. ¡Buen provecho!
  

   

¿Has cocinado el cabracho alguna vez?

El cabracho es un pescado de carne blanca, muy sabrosa, lo que se debe posiblemente a su alimentación, rica en crustáceos. El color de cada espécimen varía según el fondo en el que viva, variando entre el naranja y el rojo más intenso. Los cabrachos más rojos son los más adultos, que viven en zonas más profundas, mucho más difíciles de acceder y pescar, en consecuencia menos común de encontrar en los mercados. Con lo cual los que habitan zonas más en la superficie son los más comunes a la hora de comprarlos, tienen una tonalidad marrón o más anaranjada y son más jóvenes.

La forma más famosa en la que se degusta este pescado es en la de pastel de cabracho. Pero, como ya te hemos dicho, hay mil formas de cocinarlo a cada cual más sabrosa. Anímate a volverlo un ingrediente común de tu recetario.

Es bajo en grasas y calorías, pero muy rico en proteínas. También aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales, como son el magnesio o el potasio. Si a eso le añadimos, las almejas, ricas en hierro y el arroz, con su gran aporte de hidratos de carbono, nos queda un plato de lo más enérgico y nutritivo.

Asegúrate de que el cabracho está limpio

Os recomendamos comprar la pieza de cabracho ya limpia, ya que sus aletas tienen espinas y son venenosas. Tanto si nunca lo has cortado como si ya lo has cocinado alguna que otra vez, siempre es una buena idea dejar su limpieza y corte en manos de un profesional. Pide que dejen la espina principal para poder preparar el caldo y ¡listo!

Por otro lado, también es importante limpiar bien las almejas antes de añadirlas al caldo, así a la hora de colarlo será mucho más fácil evitar todo lo posible los restos de tierra. También es una posibilidad hervir previamente las almejas en agua, para limpiarlas, pero no es preferible, ya que pierden gran parte de su sabor. Si no te gustan las almejas o quieres darle tu toque a este plato, no hay ningún problema. Este arroz con solo el cabracho ya es lo suficientemente sabroso, pero si quieres incluso le puedes añadir algún que otro ingrediente. Prueba a incluir marisco o alguna otra pieza más de pescado, como por ejemplo el rape.