Si hay un ingrediente que marca la diferencia en el arroz montañés, son las setas. Para obtener el mejor sabor y textura, nuestro consejo profesional es optar por setas de temporada, como la angula de monte o el camagroc, que aportan un toque silvestre inigualable.
Si no están disponibles frescas, puedes usar setas deshidratadas, que conservan su intensidad de sabor. En este caso, rehidratarlas en agua templada antes de incorporarlas al sofrito es clave para aprovechar todo su aroma. Otra alternativa válida son las setas congeladas, aunque es importante escurrirlas bien antes de añadirlas al guiso para evitar que suelten demasiada agua en la cocción.