Arroz ibérico: receta tradicional y deliciosa

Elaboración

• Preparación de ingredientes de tu arroz ibérico

• Antes de comenzar cualquier receta, es crucial tener todos los ingredientes preparados. Esto no solo ahorra tiempo durante el proceso de cocción, sino que también asegura que puedas concentrarte en cada paso sin interrupciones, mejorando la calidad y el sabor del plato final. Esta técnica facilita la ejecución de la receta y reduce el riesgo de errores, como olvidar ingredientes o quemar partes del plato mientras se buscan otros componentes.

  

• Marcamos los espárragos en el AOVE y reservamos

• Esta etapa inicial de cocinar los espárragos en aceite de oliva virgen extra (AOVE) hasta que estén ligeramente dorados es fundamental para desarrollar un sabor profundo y agradable. El proceso de marcado no solo mejora la textura, sino que también sella los jugos naturales de los espárragos, haciendo que cada bocado sea más sabroso.

  

• Marcamos la presa ibérica y reservamos

• Marcar la presa ibérica en la misma sartén añade una capa de sabor, aprovechando los residuos del AOVE usado para los espárragos. Este paso es crucial para intensificar el sabor de la carne y asegurar que la presa se cocine de manera uniforme, manteniendo su jugosidad.

  

• Preparamos el sofrito para aportar sabor al arroz ibérico

• El sofrito de cebolla forma la base aromática del plato. Cocinarla hasta que esté bien dorada es esencial para liberar su dulzura natural, lo que aporta una rica profundidad de sabor que se infunde en todo el arroz. Este proceso de caramelización lenta transforma los azúcares naturales de la cebolla en un componente que enriquece el perfil de sabor del plato, añadiendo notas tanto dulces como umami. Además, la cebolla dorada crea una capa de sabor que complementa y realza los ingredientes principales, como el arroz y las carnes, y sirve como un puente gustativo que une todos los componentes del plato. Al dedicar tiempo a que la cebolla alcance un color dorado profundo, aseguras que los sabores fundamentales se desarrollen plenamente, estableciendo la base perfecta sobre la cual se construirán los demás sabores.

  

• Incorporamos el tomate rallado para concentrar sabores

• Añadir tomate rallado y cocinarlo hasta que el agua se haya evaporado concentra los sabores y reduce la acidez, proporcionando un fondo robusto y equilibrado para los demás ingredientes. Añadimos una cucharadita de pimentón dulce y cuando esté tostado incorporamos los espárragos y la presa ibérica.

  El pimentón dulce introduce un toque ahumado sin abrumar. Es crucial añadirlo justo antes de los espárragos y la carne para que se tueste ligeramente sin quemarse, lo que permite que su aroma se integre perfectamente con los sabores del plato.

  

• El momento de los líquidos para tu arroz ibérico

• Incorpora ahora el caldo de jamón y la infusión de azafrán. Se trata de dos elementos clave que transforman radicalmente el arroz tanto en sabor como en apariencia. El caldo de jamón, rico en umami, infunde profundidad y complejidad al arroz, otorgándole una base gustativa robusta que complementa y resalta los sabores de los otros ingredientes. Este caldo, elaborado a partir de huesos y restos de jamón, lleva consigo la esencia de un cocinado prolongado y concentrado, que se traduce en notas saladas y profundamente satisfactorias en cada bocado del arroz.

  Por otro lado, la infusión de azafrán no es solo un lujo visual con su vibrante color dorado, sino que también aporta un sutil sabor terroso y ligeramente amargo, que contrasta maravillosamente con la riqueza del jamón. El azafrán, conocido como el oro rojo por su valor y color, es apreciado en la gastronomía por su capacidad para añadir una dimensión de sabor que ningún otro ingrediente puede replicar. Esta combinación no solo mejora el perfil estético del plato, sino que también eleva su perfil gustativo, haciendo que el arroz ibérico sea una experiencia culinaria completa y exquisita.

  

• Cocemos el arroz: ¡ya casi está!

• Cuando el caldo esté hirviendo añadimos el arroz. Es importante añadir el arroz cuando el caldo está hirviendo para comenzar el proceso de cocción de manera uniforme, asegurando que todos los granos se cocinen al mismo ritmo. Repartimos bien el arroz y no removemos durante 16 minutos de cocción, lo que ayuda a que se forme una textura ideal, donde cada grano es suelto y perfectamente cocido.

  

• Vestimos con jamón ibérico al horno

• Vamos a meter unas lonchas de jamón ibérico al horno a baja temperatura para convertirlas en algo crujiente y extra de sabor. Cuando apaguemos el fuego vestimos con el jamón ibérico crujiente- Agregar jamón ibérico crujiente al final es un toque gourmet que introduce una textura contrastante y un sabor rico que complementa la suavidad del arroz y la presa.

  

• El imprescindible reposo y a servir

• El reposo final permite que los sabores se asienten y el arroz absorba cualquier líquido restante, asegurando que cada bocado sea jugoso y aromático. Servir después de este breve descanso garantiza la mejor experiencia de sabor y textura.

  

Conclusión

Preparar arroz ibérico es adentrarse en una tradición culinaria que celebra los sabores de España con cada grano impregnado de historia y gusto. Anímate a probar esta receta que, con sus ingredientes sencillos pero de alta calidad y su método de cocción cuidadoso, promete convertirse en el centro de atención en cualquier mesa. Además, es una excelente oportunidad para experimentar con diferentes carnes y técnicas hasta perfeccionar tu propio estilo, convirtiendo un plato tradicional en una expresión personal de tu pasiónpor tu cocina con una receta que no solo nutre, sino que también inspira. Con cada plato, no solo alimentas el cuerpo, sino también el alma con la rica herencia culinaria de España.

Si el producto ibérico está entre tus preferidos para preparar arroz, anota esta otra receta de arroz meloso con secreto, setas y ajos tiernos y prueba este delicioso arroz con solomillo. ¡Y a disfrutar!