Este plato de arroz con pollo al horno es perfecto para cualquier ocasión, ya sea para una comida diaria, porque no requiere una elaboración muy compleja, como para una reunión familiar o de amigos, ya que las porciones son fácilmente adaptables a una gran cantidad de comensales. Y, sin duda, este delicioso arroz con pollo al horno gustará a todo el mundo.
Además, este plato es muy agradecido a la hora de utilizar sobras de pollo o incluso otro tipo de carne que tengamos disponible en casa. Sus ingredientes son bastante populares. Las patatas, el arroz y el pollo suelen gustar a todo el mundo, y en el caso de que se quiera eliminar o sustituir alguno de ellos, menos el arroz, se podrá hacer sin problema.
Si se quiere elaborar una versión vegetariana o vegana, bastará con sustituir el único ingrediente animal, el pollo. Esta carne puede ser reemplazada por tofu, soja texturizada, seitán, tempeh o cualquier otro, y el plato resultará igual de rico. Llévate esta receta a la cocina y verás qué resultado. ¡Te encantará!
El azafrán, una especia muy especial
El azafrán es una especia muy preciada alrededor del mundo gracias a sus muchas propiedades y su arduo proceso de cultivo que requiere temperaturas muy altas y secas en verano y frías en invierno. Tanto es así que su precio se puede encarecer hasta superar al del oro. El desorbitado coste del azafrán se debe a que, para conseguir un gramo de esta especia, se necesitan aproximadamente más de 150 flores de azafrán. Y no solo eso, sino que su recolección es un trabajo minucioso y artesanal que no ha podido industrializarse.
Esta especia procede de los pistilos de la crocus sativus, una planta que tiene como origen el Mediterráneo oriental, concretamente los países de Grecia y Turquía. Su cultivo necesita de la intervención humana para desarrollarse y reproducirse. Necesita dos años para florecer y solo produce una flor que debe recolectarse evitando lluvia o calor excesivo.
En España, esta es una especia utilizada en muchos guisos y sopas, pues en nuestro país disponemos de una materia prima extraordinaria. De hecho, prueba de ello es que existe un azafrán español con Denominación de Origen La Mancha. La tradición de la recogida de este producto manchego, la cual es mucho más laboriosa que en el resto de los países, ha hecho que el coste sea mucho más elevado que en el resto del mundo, impidiendo así la competencia. Este precio puede ascender perfectamente a los 3.000 euros, mientras que uno procedente por ejemplo de Irán se quedará entre los 1.000 y 1.500 euros. Esta especia también se cultiva en otras partes del mundo, siendo precisamente Irán el principal productor mundial. Otros grandes exportadores son Irak, Grecia o Turquía.
El ajo, una hortaliza con mucha historia
Se sabe que el ajo ha sido cultivado por el hombre desde fechas muy anteriores al nacimiento de Cristo y se cree que es originario del suroeste de Siberia. Los egipcios, griegos y romanos lo consideraban una excelente medicina, al igual que en las civilizaciones que ocupaban la actual India.
En la Edad Media, además de consumirse en recetas se consideraba un remedio eficaz para la protección contra “pestes” y epidemias. Más tarde, a partir del siglo XVII, el ajo era propio de los estamentos sociales bajos, ya que la alta sociedad lo consideraba indigno por su fuerte olor.
En España, hace siglos, también era algo que muchos evitaban consumir por su olor. Isabel La Católica prohibió servirlo en su Corte y, siguiendo con los reyes, en el siglo XIV, Alfonso de Castilla no soportaba su aroma y ordenó que ningún caballero que consumiera ajo se acercara a la Corte en un mes. Igual que en la literatura Don Quijote aconseja a Sancho no consumirlo.
Actualmente, es una de las hortalizas más usadas en muchas gastronomías y su cultivo se ha expandido por todo el mundo, aunque los principales países productores son China, India, Corea del Sur, Egipto y Estados Unidos.
Como curiosidad, el amor de algunos por este alimento es tal que en Estados Unidos se celebra cada año el Festival del Ajo en Gilroy, California, y existe un periódico especialmente dedicado a noticias relativas al ajo en este estado norteamericano, llamado The Garlic Times.
El recipiente ideal para un buen arroz con pollo al horno
Al igual que ocurre a la hora de seleccionar un buen arroz, escoger entre agua o caldo o el tiempo de cocción, el recipiente donde se realice esta deliciosa receta de arroz al horno con pollo influirá en el resultado final. Tanto para los arroces al horno como para las paellas o el arroz a banda, se precisan paelleras, ollar o sartenes que dispongan de poca altura, pero un gran diámetro. El motivo de esto es bastante sencillo: al preparar el arroz esparcido de manera uniforme por la superficie, el caldo se evapora a la vez y el producto se cocina todo al mismo tiempo.
En cambio, en el caso de que se trate de una receta en la que se quiera preparar un arroz blanco como guarnición, saldrá mucho más sabroso si se prepara en ollas altas y con tapa. De igual manera, si lo que queremos es un arroz caldoso también se deberá elegir una olla alta. De toda esta información podemos deducir que entre más humedad queremos que retenga la receta, más alto debe ser el recipiente de cocción.