• Arròs amb fesols i naps

    tiempo de preparacion 30'-225' min
    numero de comensales medium
    numero de comensales 4 personas
    numero de comensales 255' min
    numero de comensales Valenciana
    Calorías por ración: 958,25 kcal

    El arroz con alubias y nabos, popularmente conocido por su denominación en valenciano, ‘arròs amb fesols i naps’, es un plato típico de cuchara que se cocina en la Comunidad Valenciana durante los meses de invierno.

     

    Muchas comarcas comparten esta receta, aunque con pequeñas variaciones. Se trata de un guiso que se ha mantenido en los recetarios generación tras generación, durante siglos. Además, se clasifica como un arroz caldoso (también llamado meloso) y tiene un sabor muy contundente debido a la carne de cerdo.

    Ingredientes

    Elaboración

    • Para preparar este arroz, de tipo meloso, necesitamos entre 800 ml y 1 litro de caldo. El caldo puede ser casero o comprado, pero si decidimos elaborarlo, tenemos que ir ajustando la cantidad de agua para obtener el caldo necesario.

      Para empezar la receta, ponemos el aceite en un puchero y, cuando esté caliente, sofreímos bien el pimentón. A continuación, vertemos 2 litros de agua y agregamos la carne.

      Agregamos la carne

      Además, incorporamos las alubias, los nabos, el azafrán y la sal, y ponemos a cocer todos estos ingredientes durante 2 horas y media aproximadamente.

      Incorporamos las alubias

      Introducimos ahora las patatas y mantenemos la cocción 1 hora más. El siguiente paso es añadir el arroz La Fallera Redondo y las morcillas (previamente pinchadas para que no se deshagan).

      Añadimos las patatas

      El tiempo de cocción para este tipo de grano es de 15 minutos. Durante la última fase de la elaboración es importante que no se pegue nuestro arroz. Para ello, lo vigilamos y removemos de vez en cuando con mucho cuidado. ¡Ya podemos servirlo y llevarlo a la mesa!

       

    El “arros amb fesols i naps” es uno de los platos estrella de la gastronomía valenciana. Las judías (fesols) y los nabos (naps) son los dos ingredientes principales y los que le dan su nombre a la receta.

    Hay diferentes variantes de la receta: algunas llevan cerdo, en otras se sustituye por ternera. Hay quien incluso añade cordero o conejo, y en algunas comarcas también se incluye morcilla de cebolla (botifarres de ceba), morcillas blancas (blanquets) y legumbres o verduras de temporada.

    A fuego de caldera

    Este plato es típico en las fiestas valencianas, ya que se trata de un plato de bajo coste que se puede elaborar y compartir entre grupos numerosos de personas. Para su preparación tradicional, es necesaria una caldera de barro grande o en un cacharro de hierro alto, aunque hoy día se hace en todo tipo de recipientes.

    Además, podemos encontrar esta receta de manera muy diversa. De hecho, es frecuente sustituir la carne de cerdo por otra de vacuno; que se incorpore el cordero o el conejo como carnes complementarias, o el hecho de sustituir els “fesols” por “garrofó”.

    ¿Por qué elegir una cazuela de barro?

    Cocinar en barro es una tradición en muchas gastronomías, en parte debido a que durante mucho tiempo era uno de los elementos más accesibles para fabricar ollas y otras herramientas para la cocina, pero también porque ofrece muchas ventajas a la hora de cocinar. Estas son algunas: 

    –La porosidad del barro permite dejar que se conserve en el plato solo la humedad necesaria para que los alimentos se cuezan mejor. 

    –Con este material, los alimentos no se pegan en el fondo de la cazuela y tampoco desprende ningún tipo de sustancia, lo que la hace más segura. 

    Mantiene la comida caliente mucho más tiempo, ya que el calor se transmite poco a poco. 

    –Aunque lo más común es usar estas cazuelas con gas, en el horno o con leña, también se puede usar en el microondas y con placas de inducción o vitrocerámica, al mínimo o usando un difusor de calor. 

    En definitiva, las cazuelas de barro son una excelente solución para cocinar, aunque también tienen alguna desventaja. Y es que estas cazuelas son muy pesadas y frágiles. Por eso, hay que tener cuidado de someterlas al calor de manera progresiva, para evitar que se rompan por un cambio de temperatura brusco, además de tener cuidado al manipularlas, porque queman. 

     

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