El tipo de arroz que elijas es crucial para determinar la textura final de tu arroz amarillo. El arroz de grano redondo es preferido por muchos por su capacidad para mantenerse suelto y no pegajoso tras la cocción, lo que lo hace ideal para platos donde el arroz es el protagonista principal.

Este tipo de arroz absorbe sabores maravillosamente bien y es perfecto para cuando se añaden salsas o caldos ricos, ya que los granos tienden a amalgamarse mejor con los demás ingredientes.