Si el arroz con leche y nata no alcanza la consistencia deseada, una solución es continuar la cocción a fuego lento, permitiendo que la mezcla se reduzca y espese. Asegúrate de remover frecuentemente para evitar que se pegue y para promover una cocción uniforme. Otra opción es añadir un poco más de arroz (previamente cocido) para absorber el exceso de líquido. Esta es una forma efectiva de ajustar la textura sin alterar significativamente el sabor del postre.