Identificar si el bogavante está adecuadamente cocido es fundamental para el éxito de cualquier plato que lo incluya. Un bogavante bien cocido tiene un caparazón de un rojo brillante y una carne firme y blanquecina. Si se cocina demasiado tiempo, la carne puede volverse gomosa y perder su delicada textura, lo cual afectaría negativamente al plato final.

Es esencial, por tanto, controlar el tiempo de cocción y retirar el bogavante del fuego tan pronto como se observen estos cambios de color y textura. Esto garantiza que el bogavante mantenga su jugosidad, integrándose perfectamente con el arroz y ofreciendo una experiencia culinaria óptima.