Para evitar que el arroz se queme, es importante controlar adecuadamente el fuego y la temperatura durante la cocción. Una vez que el arroz esté hirviendo, reduce el fuego a bajo o medio-bajo. Esto permitirá que el arroz se cocine lentamente y de manera uniforme sin riesgo de quemarse. Si notas que el arroz se está pegando al fondo de la olla, puedes añadir un poco más de caldo o agua caliente para evitar que se seque.