Si no dispones de tiempo para preparar un caldo casero, existen alternativas de calidad como caldos envasados sin conservantes. Elige uno que sea bajo en sodio y sin sabores artificiales para no comprometer el sabor del plato.
También puedes enriquecer un caldo comprado con ingredientes naturales como cáscaras de marisco, un trozo de pescado o verduras, hirviéndarlo en el fuego durante 10-15 minutos antes de utilizarlo. Esta pequeña modificación puede mejorar significativamente el perfil de sabor del caldo, acercándolo a uno hecho en casa.