El salmón es un pescado azul, como el atún, la caballa, la sardina…, repleto de beneficios para tu organismo. ¿Sabes que hay que tomar, al menos, 3 raciones de pescado a la semana? Las propiedades del salmón son numerosas, apúntalo en tu cesta de la compra y prepara platos tan deliciosos como este poke de salmón.
Nutrientes del salmón
Ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son uno de los beneficios del salmón. El omega-3 está compuesto por 3 ácidos esenciales que nuestro cuerpo no produce. La única manera de incorporarlos al organismo es con el consumo de ciertos alimentos. De ahí que sean tan importantes las propiedades del salmón, porque es fuente de omega-3. Que nos ayuda, por ejemplo, a redudir el colesterol en sangre.
Vitaminas
El salmón es rico en vitaminas, en concreto, la A, la D y otras del grupo B. Por un lado, la vitamina A fortalece tu sistema inmunológico y es esencial para la reproducción y funciones del cuerpo como la visión. Por otro, a pesar de vivir en el “país del sol”, en España solemos tener deficiencias de vitamina D, que podemos incrementar por los alimentos. La vitamina D nos ayuda a absorber el calcio.
Las vitaminas del grupo B presentes en el salmón permiten el aprovechamiento de nutrientes esenciales, como los hidratos de carbono, las grasas o las proteínas. Si eres deportista, seguro que conoces la estrecha relación entre el deporte y la alimentación y por qué debes tener en cuenta el salmón en tu dieta equilibrada.
Minerales
Las propiedades nutricionales del salmón nos hablan también de la cantidad de minerales que tiene una ración de salmón. Encontrarás en el salmón potasio, fósforo, selenio, magnesio y yodo. Entre otros beneficios, las propiedades del salmón mejoran tu sistema nervioso, tus músculos, la obtención de energía, etc.
Proteínas de alta calidad
Por cada 100 gramos de porción de salmón, esta pieza tiene 18,4 gramos de proteínas. Para que te hagas una idea de la importancia, una mujer mayor de 14 años necesita ingerir 46 gramos de proteína al día.
No consumir la suficiente proteína habrá que nuestro cuerpo pierda masa muscular, por lo que apunta las propiedades del salmón para tener un “corpore sano”.
Beneficios para la salud
Salud cardiovascular
Si quieres mimar tu corazón, no pierdas de vista las propiedades del salmón. Su contenido en omega-3 es esencial para tu salud cardiovascular, ayudando a regular tu presión arterial, así como por la presencia de vitamina E.
Función cerebral
De nuevo, los ácidos grasos omega-3 son esenciales para mejorar la salud de tu cerebro y la memoria. Incluso hay estudios que asocian el consumo de este tipo de grasa con el menor riesgo a desarrollar enfermedades como el párkinson y el alzhéimer.
Salud ocular
¿Sabes cuál es la enfermedad del “ojo seco”? Aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar bien los ojos y tenemos ardor, picazón y otros problemas en la vista. El consumo de salmón, gracias a sus propiedades, es beneficioso para ponerle freno.
Prevención de enfermedades
El consumo de salmón, en una dieta equilibrada y junto a la práctica de actividad física, ayuda a prevenir el desarrollo de algunas enfermedades como las cardiovasculares e incluso puede mejorar los síntomas de la depresión y la ansiedad, gracias a sus beneficios en el sistema nervioso.
Salmón salvaje vs. salmón de piscifactoría
Casi la totalidad del salmón que consumimos en España procede de acuicultura y es de origen noruego. ¿Cómo podemos distinguir un salmón salvaje de uno criado por el hombre? Una de las diferencias puede ser el color, siendo el primero más rojizo y, el otro, más rosa claro. El motivo es la diferente dieta entre uno y otro.
Diferencias nutricionales
La principal es la cantidad de grasas. El pescado de piscifactoría ha nadado menos, practicado menos actividad antes de su cautiverio, por lo que está mas grueso y su cantidad de grasas es mayor.
Impacto ambiental
El salmón salvaje tiene menor impacto ambiental que su hermano de piscifactoría, que es alimentado con otras especies animales o con piensos, que hacen llegar esos nutrientes al ecosistema.
Sabor y textura
Los ejemplares criados en cautiverio tienen un sabor más estándar, fruto de su alimentación “pautada”. En libertad, su dieta es más variada y eso afecta a su sabor.
Por otro lado, en cuanto a la textura, la menor actividad física del salmón de piscifactoría hace que tengan la carne menos jugosa que el salvaje, ya que su musculatura es diferente.
Formas de consumir salmón
Salmón fresco
Prepara este pescado como harías con cualquier otro y benefíciate de las propiedades del salmón. Por ejemplo, puedes hacerlo al horno, queda genial en papillote, e incluso, marinado, para darle un toque oriental, son salsas como la de soja o la de ostras.
Salmón ahumado
No te quedes en el simple, pero riquísimo, queso blanco con salmón ahumado. Esta forma de comer el salmón es muy cómoda, porque tardas menos tiempo en prepararlo, y puedes adaptarlo a desayunos, almuerzos, meriendas o cenas.
Con el salmón ahumado puedes preparar paté, un pastel vegetal, canapés variados, ensaladas…
Salmón enlatado
Es una innovación reciente. Ahora es posible encontrar en el supermercado salmón enlatado, al natural, por lo que puedes incorporarlo, por ejemplo, a tus ensaladas.
Otro ejemplo de receta es este arroz con atún, en el que puedes sustituir el atún en lata, al natural, por latas de salmón. ¡Qué delicia!
Preparación y recetas saludables
Como ya has podido comprobar, es muy fácil elaborar recetas saludables, con independencia del tipo de salmón que compres. Lo principal es adaptarlo a los gustos de tu familia. ¿A los niños no les gusta el salmón fresco? Cómpralo en lata y añádelo a sus bocadillos, por ejemplo. También puedes tomarlo de acompañamiento, con unos snacks saludables, además de disfrutar de la comida y la compañía, estarás aprovechando todas las propiedades del salmón.
Conclusión
No lo dudes e incorpora las propiedades del salmón a tu organismo. Hay mil y una formas de prepararlo y diferentes presentaciones, para que elijas la que más se adapta a ti y a tu familia. No dudes en experimentar y en convertir este rico pescado en un ingrediente habitual de tu cocina. ¡A disfrutar!